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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 18 de Junio de 2025



¿Nuevas prelaturas?.- Eilad

En un artículo titulado «Three headaches awaiting the acute legal mind of Pope Leo XIV», John L. Allen Jr afirma lo siguiente (traducido): «Actualmente, hay propuestas para que otros grupos internacionales que reúnen a clérigos y laicos adopten el perfil de una prelatura personal, incluyendo la atención pastoral para... los gitanos, la diáspora filipina y los marinos. Si alguna de estas posibilidades se concreta, el precedente que León establezca ahora con el Opus Dei también será relevante para ellos».

Me encanta poder disentir de una persona que colabora en periódicos importantes, y también escribe libros defendiendo al Opus Dei. No creo que lo que decida el Papa León XIV sobre el Opus Dei afecte a esas posibles prelaturas. Por las siguientes dos razones.

En primer lugar, los cánones que se refieren a las prelaturas personales establecen las cosas con bastante claridad. Por ejemplo, el canon 294 dice que «la Sede Apostólica... puede erigir prelaturas personales que consten de presbíteros y diáconos del clero secular». Los laicos no están ahí. Los laicos están en el canon 296, y se afirma de ellos que pueden colaborar «mediante acuerdos establecidos con la prelatura». Todo esto fue establecido por Juan Pablo II, y Francisco no lo modificó. Lo que León XIV apruebe para el Opus no va a cambiar esto.

En segundo lugar, hay una diferencia entre laicos que son atendidos y laicos que colaboran con los sacerdotes de una prelatura personal: solo estos últimos necesitan firmar una cooperación orgánica con la prelatura. Las personas que, sin ser de la Obra, son atendidas por sacerdotes del Opus Dei no necesitan incorporarse a la Obra para tener esa atención. Esto es lo que, en mi opinión, les va a pasar a marinos, gitanos y filipinos de la diaspora si se decide atenderles con una prelatura personal. No creo que se pongan en cola y firmen un acuerdo de cooperación orgánica para colaborar con los sacerdotes de esa prelatura. Para su atención basta con que la prelatura, compuesta solo por sacerdotes especializados en esa labor, se coordine con las diócesis, como establece el canon 297.

Por eso no creo que los estatutos del Opus Dei puedan fijar un precedente que afecte a esos otros grupos. Me parece, puedo equivocarme, que con ese artículo el señor Allen está otra vez tratando de defender el punto de vista del Opus Dei, como lo hizo en su libro. Desconozco los motivos de su defensa de la Obra, aunque me los puedo imaginar. Lo que sí intuyo, aunque puedo equivocarme, es que el Opus Dei en su nueva configuración jurídica ha decidido seguir siendo prelatura; lo digo porque me parece que este artículo muestra que la Obra busca apoyos por parte de periodistas afines que defiendan sus posiciones y presionen la decisión del pontífice.

Eilad





Momentos inesperados.- JasonJonas

El Opus ha vivido, desde su propia óptica fundacional e histórica, momentos difíciles en este mal logrado camino jurídico-canónico que al día de hoy, es un entuerto que no cuadra ni antes, ni hoy y ni después. Que si el funda (fundador) “cedió sin conceder” primero ser Pia Unión en 1941, erigiendo dos años después la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Luego una aprobación provisional de la Santa Sede como Instituto Secular en 1947, obteniéndola de forma definitiva tres años después. Y finalmente en 1982 ser constituida por el Papa Juan Pablo II en prelatura personal, ya sin el fundador en vida (esa última aprobación "Ut Sit" no sé si fue un total engaño para, o un total despiste del Papa JPII -o ambas- pero terminó siendo un total tropiezo canónico que por un lado daba jurisdicción sobre los laicos, pero por otro lado no -por el lado que pesa -el derecho canónico- que nunca lo tuvo según entiendo).

No me interesa profundizar en ese recorrido jurídico, sin embargo sí enfatizar que en toda esta trayectoria el Opus pudo hacer durante 47 años lo que les plugo, que entre tantas cosas estuvo -y sigue estando- en el control fanático de adeptos que libremente entregaron su cuerpo y alma a través de acciones muy específicas y concretas, como la entrega de su tiempo, de su dinero, de sus sueldos y salarios, de su decisión profesional de vida, de todas sus posesiones materiales, de sus regalos, de sus testamentos y de sus herencias, de su familia de sangre, de su corazón en férreo y obsesivo celibato y de un largo etc. etc., así como de obligárseles a vivir en comunidad en frías casas “dizque en familia” (más a fuerzas que de un simple impulso natural).

Y con todo ello, el Opus creció 47 años a sus anchas en poder y riqueza, llenos de un ego disfrazado de humildad de quien se dice humilde cuando es aclamado por miles de fanáticos hasta su muerte (su funda), y 47 años más haciendo lo que les ha placido al paso de dos sucesores más -fanáticos por igual- hasta este tercer sucesor al que, ante el descobijo de tanta diablura, han quedado al desnudo descubriendo lo que realmente son, hasta digamos hace 3 años apenas en los que el Papa Francisco les puso un “hasta aquí”… ¡Basta de tanta maldad!

El caso es que me puse a pensar que el funda jamás vivió un embate como este, jamás el Opus bajo sus dominios tuvo esta sacudida tan fuerte que de una vez por todas -esperemos que así sea- los pusiera “en su lugar” (incluso, en otros contextos, ni siquiera todas sus rabietas ególatras cuál quasi doctor de la iglesia que se creía, denostando al Concilio Vaticano II y a cuanto Papa se le parara enfrente).

Siendo así, me pregunto que si el funda estuviera vivo y él mismo (no Ocariz) tuviera que verse doblegado ante el descubierto de “tanta desvergüenza” de su parte, habiéndolo obligado con un par de motus propios a pertenecer a un dicasterio que en principio ya no tiene poder ni participa de la estructura jerárquica de la iglesia, que le hubieran despojado por siempre de su cargo vitalicio, que le hubiesen llamado “moderador” en lugar de prelado o padre, que le dijeran que jamás su cargo supondría ser obispo (él que tanto lo deseaba para sí), que rindiera cuentas no a su antojo sino cada año, y lo peor de lo peor ¡reformar sus propios estatutos!!... ¡Esos estatutos que él mismo escribió siendo conducido por la misma mano bendita de Dios Todopoderoso y Eterno, sublimes y celestialmente inamovibles por todos los siglos de los siglos!!...

¿Acaso su excelsa magnanimidad manifiesta en un elitismo ávido de dinero y poder le llevaría a aceptar con su humildad indiscutida y probada todo esto que le está sucediendo al Opus (a “su Opus” chiquito) aceptando a su vez el sano proceder hoy de la Iglesia?

Mmm, tengo mis reservas, yo creo que más bien estaría hoy pataleando de berrinche al ver doblegado su narciso poder y control… ¿Quién sabe que tipo de desatinos, desvaríos y afrentas estaría vituperando hoy en día para todos aquellos sus enemigos -o de “la contradicción de los buenos”- en defensa de lo que Dios mismo le dijo que manipulara y les hiciera -ver el listado de arriba- a miles de almas que ingenua y noblemente se acercaron a él?

En donde quiera que estés sr. Chema, por fin ¡te cayó el chahuistle!

JasonJonas




Mira, quería decirte...- Mediterráneo


MIRA, QUERÍA DECIRTE…

Mediterráneo, 18/06/2025

¿A quién le suena? Efectivamente, así empezaban las correcciones fraternas dentro de la institución. Te pillaban por un pasillo, cuando no había nadie más, te preguntaban si tenías un momento (y quién decía que no, a la fuerza ahorcan) y empezaban con las tres palabrejas.

Y se me ha ocurrido que, mientras esperamos a que se publiquen los nuevos estatutos y sepamos dónde está cada quién, y (más importante) qué es cada quién, podríamos echar unas risas con algunos de los disparates que vivimos dentro, entre ellos las mencionadas correcciones fraternas. ¿Quién se anima a contar las cosas absurdas, disparatadas y sin sentido que le dijeron?

Empiezo:

Lunes 16 de mayo: “mira, quería decirte que aunque tú lees mucho, no deberías hablar de lo que lees, porque la gente puede sentirse humillada, porque no están a ese nivel”. Me imagino que había comentado algo de algún libro, cosa que no solía hacer, pero ni me acuerdo.

Lunes 23 de mayo: “mira, quería decirte que, como tú lees tanto, deberías comentar más lo que lees, para ayudar a la gente”. He puesto las fechas porque fueron así, a una semana de diferencia. Hay que decir que la directora era CBC, que aprovechaba que el Pisuerga pasa por Valladolid para hacerme a mí la vida a cuadritos.

“Mira, quería decirte que siempre te sientas en el mismo lugar en el oratorio, y nosotros no nos apegamos a nada, ni siquiera a eso”

“Mira, quería decirte que el otro día, en la tertulia del círculo, comentaste algo de tu hermano, y no hablamos de personas del otro sexo”.

¿Quién da más?

Mediterráneo

Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron“ – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”.

 





La terapia más profunda y necesaria.- Alberto Barrera


 

Escribir el libro ha sido la terapia más profunda y necesaria

Alberto Barrera, 18/06/2025

Cuando comencé a escribir las primeras líneas de "Cenizas", no tenía claro si estaba escribiendo una confesión, una justificación o simplemente un grito desesperado en medio de la noche. Ahora, después de haber completado este recorrido por los fragmentos de mi vida destrozada y reconstruida, puedo afirmar con certeza que este libro ha sido la terapia más profunda y necesaria que he experimentado.

Durante los primeros años después de mi salida del Opus Dei, viví atormentado por una culpa que me carcomía desde adentro...  



(Leer artículo completo...)




Manipulación que experimentó a manos del Opus Dei.- Guillaume

 

El actor Tim Pocock compartirá su experiencia de terapia de conversión en nuevas memorias


El actor Tim Pocock ha tenido éxito en la televisión en programas como Dance Academy y Home and Away, además de aparecer en la película X-Men Origins: Wolverine.

En 2023, Pocock se declaró públicamente gay durante una entrevista con el programa de ABC Four Corners en la que habló sobre sus experiencias con la organización católica Opus Dei, su escuela Redfield College y su exposición a prácticas de terapia de conversión.

Ahora Pocock se dispone a compartir mucho más de la historia de su vida en sus nuevas memorias The Truth Will Set Your Free.

En el libro, Pocock describe el constante seguimiento y manipulación que experimentó a manos del Opus Dei y algo que lo dejó completamente desprevenido para el mundo real, incapaz de ser él mismo y avergonzado de quién era.

En un extracto del libro, Pocock reflexiona sobre su tiempo en la alfombra roja de los estrenos de grandes películas y comparte que sufrió el síndrome del impostor.

“Miro las fotos y las entrevistas escalofriantes de la alfombra roja y lo único que veo es un pequeño ciervo perdido ante los faros”, escribe.

“Yo era un pez fuera del agua y, a pesar de intentar fingir hasta lograrlo, era un impostor”.

Él dice que mentalmente trató el hecho de saber que era gay como si fuera algo parecido a ser un asesino.

Cargaba con la culpa de haber cometido un crimen atroz, como un asesinato, y vivía bajo el tormento constante de cuál sería mi merecido castigo. Sin embargo, no era un asesino. De hecho, era gay.

También destaca que sufrió acoso homofóbico en su escuela desde que tenía apenas nueve años.

El lema de su escuela era Veritas Liberabit Vos, que se traduce como La verdad os hará libres, título que utilizó como título de su libro.

La verdad os hará libres se publicará el 25 de junio en Hachette.


 

Artículo publicado en OutinPerth

 





Repercusiones de los futuros estatutos del Opus Dei.- Dorian Veltross

 

Repercusiones de los futuros estatutos del Opus Dei

Dorian Veltross, 18/06/2025

            Análisis, dividido en dos planos: canónico y humano, sobre las repercusiones de los futuros estatutos del Opus Dei tras Ad charisma tuendum (2022) y la reforma de los cánones 295–296 (2023) del Código de Derecho Canónico.

I. Repercusiones canónicas.

            1. Separación explícita entre la prelatura y los laicos. Hasta ahora, los estatutos de 1982 afirmaban que la prelatura estaba compuesta por clérigos y laicos, y estos últimos se integraban plenamente en la estructura bajo compromiso de obediencia y formación permanente. Con la reforma de los cánones, el nuevo marco subraya:

· Los laicos no forman parte de la prelatura como institución clerical, sino que “cooperan” con ella.

· La prelatura es jurídicamente una entidad clerical con estructura jerárquica propia, y los laicos no quedan bajo su autoridad por derecho público.

            Por lo tanto, los vínculos de obediencia, entrega de bienes o celibato no tienen cobertura jurídica explícita en el derecho canónico. Esto genera inseguridad legal para ambas partes: la institución no puede exigir legalmente, por ejemplo, la residencia estable en un centro o la práctica de la confesión con sacerdotes designados, y el miembro laico tampoco tiene cauces formales de apelación.

          2. Debilitamiento de la figura del prelado como “padre y pastor”. La pérdida del rango episcopal, impuesta por Ad charisma tuendum, y la subordinación al Dicasterio para el Clero, suponen que:

· El prelado ya no tiene la autoridad simbólica ni jurídica de un obispo.

· Ya no puede actuar con autonomía frente a otros organismos vaticanos.

· Está sujeto a informes anuales y revisión estatutaria por la Santa Sede.

            Por lo tanto, el culto a la figura del Prelado, muy presente en la espiritualidad interna del Opus Dei, pierde consistencia. Su autoridad se vuelve más funcional y menos sacralizada, lo que debilita el carisma institucional y puede provocar confusión interna.

            3. Mayor supervisión vaticana sobre los estatutos y la formación. El Vaticano ahora controla:

· Las normas internas (estatutos y reglamentos).

· Los procesos de formación doctrinal y espiritual.

· La relación entre los laicos cooperadores y el gobierno central de la prelatura.

            Por lo tanto, el Opus Dei pierde capacidad de autogobierno autónomo, y debe transparentar prácticas históricamente opacas, como los compromisos no jurídicos o el control económico sobre los miembros.

II. Repercusiones humanas.

            1. Desmoronamiento de la identidad numeraria. Para muchos numerarios/as y agregados, su identidad personal, religiosa, profesional y afectiva ha estado indisolublemente unida al “ser del Opus Dei”. No han hecho votos, pero han renunciado a:

· Su salario y bienes personales.

· Su libertad de residencia y movimiento.

· Su derecho a formar pareja, tener hijos o ejercer decisiones autónomas.

            Por lo tanto, cuando el nuevo estatuto diga que son solo cooperadores externos, muchos experimentarán una crisis de identidad espiritual y afectiva, al descubrir que su entrega no está reconocida jurídicamente, y que podrían quedar desvinculados sin amparo institucional.

            2. Desconfianza institucional interna. El cambio de estatutos, en lugar de provocar una renovación, puede generar:

· Desilusión en miembros comprometidos que lo interpreten como un retroceso o como una “corrección” disfrazada.

· División interna entre quienes apoyan el carisma fundacional y quienes aceptan la adaptación eclesial.

· Retraimiento vocacional, especialmente entre jóvenes, al percibir que el modelo de entrega no tiene respaldo jurídico ni espiritual claro.

            3. Liberación paulatina y revisión crítica del pasado. Por otro lado, también pueden emerger:

·  Voces de miembros que se animen a hablar al ver debilitado el poder institucional.

· Procesos de reconciliación interior en quienes reconozcan que vivieron bajo presión espiritual sin base canónica.

· Una relectura crítica del carisma, ahora con distancia y sin el peso de la obediencia como virtud absoluta.

            Los nuevos estatutos del Opus Dei no sólo implicarán una reforma administrativa sino una crisis de legitimidad canónica y espiritual en la forma de vida de miles de personas que entregaron años —o décadas— bajo vínculos no reconocidos por la Iglesia como jurídicamente válidos.

           Dorian Veltross




 

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